19 Feb Prevenir las picaduras de mosquitos en niños y bebés
Después de las lluvias de Abril llega Mayo y el buen tiempo que marca el disfrute de la vida y, horror, la proliferación de los mosquitos hematófagos (que se alimentan de sangre) y, lo que más nos preocupa, sus picaduras a niños y bebés.
Hay algo maléfico en su taimada actividad, uno se acuerda de películas de vampiros de ultratumba y no puede, cuando oye sus estremecedores zumbidos en la noche, evitar asociar la presencia de estos insectos con esos no muertos del mundo de la ficción.
Lo peor es la indefensión del durmiente, mucho más grave en nuestros niños y, más si cabe, en los bebés.
Desde Babysalus te vamos a dar consejos y directrices para que reduzcas los ataques de los mosquitos a tus pequeños que hemos aplicado y testado en nuestra actividad de enfermeras salus en Madrid.
Conoce a tu enemigo
Los mosquitos macho se alimentan exclusivamente del néctar de las flores. Las hembras son las que pican a sus huéspedes para extraerles sangre con las que impulsar su corto ciclo de vida (unos 50 días) y esparcir sus huevos, en cantidades industriales, por medio mundo. Hasta 300 en cada puesta.
Las hembras detectan las corrientes discontinuas de CO2 que emitimos por nuestra respiración y nos buscan a través de ellas. Tienen preferencia por aquellas personas que emiten más cantidad de este gas, por lo que que casi siempre van a atacar antes a los adultos que a los niños. Triste alivio.
Hasta hace poco se pensaba que el mosquito reaccionaba sólo ante el “olor” de este gas, pero esa percepción ha cambiado. Como nos informan desde la BBC, el mosquito tiene una triple estrategia de detección:
- A distancias de entre 10 y 50 metros usan el olfato, buscando sobre todo rastros de CO2.
- Una vez excitados por el olor, se dirigen a lo más interesante visualmente (en un rango de entre cinco y 15 metros).
- Y una vez a un metro de distancia de un blanco potencial, lo que los termina de enfocar es el calor corporal.
No es cierto, como se planteaba de una forma un poco ingenua desde la perspectiva tradicional, que los mosquitos eligen a aquellos que tienen la sangre más dulce.
Las lluvias activan su ciclo de crecimiento. Los hembras ponen sus huevos en entornos acuáticos, principalmente, y, hablando de las ciudades, en objetos y zonas propicias al encharcamiento como: ruedas abandonadas, cubos y recipientes de todo tipo, piscinas, fuentes…
Sus larvas, al cabo de unos 15 días, se convertirán en mosquitos. Nuevas lluvias con nuevos encharcamientos y, claro, miles de nuevos mosquitos dispuestos a amargarte la vida.
En nuestro país tenemos constancia de unas 61 especies de mosquitos hematófagos. La mayoría busca objetivos biológicos no humanos como lagartijas, aves o ranas, pero hay algunos que se especializan en chuparnos la sangre a nosotros.
En España los hematófagos que más nos fustigan son Anopheles SPP (mosquito Anopheles), Aedes albopictus (mosquito Tigre) y el Culex pipiens (mosquito común).
El mosquito tigre es el más conocido de todos. Una especie invasora procedente del sudeste asiático que ha invadido todo el planeta menos la Antártida.
Como nos informa la Wikipedia es una de las “100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza” por su virulencia, su capacidad de transmitir enfermedades, su enorme expansividad y capacidad adaptativa…
Todos los hematófagos hispanos producen picaduras que pueden ser más o menos dolorosas, pueden llegar a provocar reacciones alérgicas y son vectores transmisores de varias enfermedades como la malaria, el virus chikungunya y, el caso que más preocupación genera en la actualidad, el virus Zika.
Prevenir las picaduras de mosquitos en niños y bebés. Medios físicos
Para evitar que niños y bebés sean picados por los mosquitos, os proponemos una serie de acciones y procedimientos para que estos insectos sedientos de sangre no piquen a los más pequeños de la casa.
Elegir bien la ropa en el exterior
Cuando nos vayamos acercando al atardecer es conveniente ir tapando la piel de los niños o bebés: camisetas y camisas de manga larga, pantalones largos y, por supuesto, calcetines.
La mayoría de las especies de mosquitos autóctonos atacan en horarios nocturnos aunque hay que tener en cuenta que, desde hace algunos años, en zonas preferentemente costeras, ha hecho su aparición el mosquito tigre de costumbres diurnas.
Esta elección de ropa debe ser estratégica orientando la protección a ambientes con muchos mosquitos o un alto índice de posibilidad de sufrir ataques o que los niños sufran reacciones alérgicas. Si la posibilidad de sufrir picaduras es baja no tiene mucho sentido, por ejemplo, cubrir de ropa a tus hijos con temperaturas cercanas a los 40º.
Ante todo, sentido común. Muchas veces, los sentimientos de desagrado que nos provocan estos insectos, hacen que respondamos de manera desmedida y matemos moscas a cañonazos.
Mosquiteras para el sueño
Hace tiempo no se dudaba, si los mosquitos pueden entrar dentro de la vivienda, uno de los mejores remedios posibles lo ibas a encontrar en las mosquiteras, sobre todo para proteger el sueño de los niños cuando son más vulnerables y son más activos estos hematófagos.
Hace un par de años, IKEA retiró del mercado las mosquiteras infantiles previniendo un posible riesgo de estrangulamientos y, en la actualidad, advierte en sus modelos de mosquiteras: “NUNCA la utilices con bebés ni niños pequeños. Atención: riesgo de atrapamiento y estrangulamiento”.
La macromultinacional del hogar tomó esta decisión tras constatar varios incidentes de niños que se enredaron los cuellos accidentalmente con las mosquiteras. Parece ser que ninguno desembocó en lesiones graves o mortales.
Te recomendamos que, si tomas la decisión de usar mosquiteras con los menores, sólo lo hagas con bebés que tengan escasa movilidad y, desde su carrito, cuna o cama nunca lleguen a alcanzar la tela de la mosquitera.
Extrema las condiciones de seguridad y, ante la duda, no arriesgues.
En la actualidad se ha desarrollado un concepto de mosquitera segura: “mosquitera plegable de seguridad para bebés”. Busca este concepto en internet, puedes encontrar una buena solución.
Mosquitera para las ventanas
En verano, en gran parte de la geografía española, es difícil conciliar el sueño si no es con las ventanas abiertas.
Para no atraer a indeseados invitados puedes poner mosquiteras fijas o movibles en las puertas o ventanas de tu hogar. Ya sea con la tradicional red de mosquitera o confeccionada con materiales metálicos.
Las hay de cortina, reclinables, fijas, extensibles… incluso algunas las puedes adherir a los marcos con cómodos velcros .
En este contenido del Leroy Merlín te explican los diferentes tipos de mosquitera, cuál debes elegir y te introducen el siguiente vídeo para que aprendas a instalarlas
https://www.youtube.com/watch?v=nwexTygR6Hs
Prevenir las picaduras de mosquitos en niños y bebés. Repelentes
Desde que el ser humano ha poblado el planeta ha buscado todas las maneras posibles de eliminar de su lado la molesta y nociva presencia de los mosquitos hematófagos y ha encontrado en los repelentes una de las mejores formas de quitárselos de encima.
Repelentes químicos sintéticos
La química es un medio esencial donde se desenvuelven los insectos. Muchos de ellos a través de antenas, glándulas especializadas y otro tipo de receptores biológicos de sustancias químicas, se comunican entre sí, descubren aspectos de la realidad, atacan a sus presas o depredadores…
Los repelentes químicos afectan a esos receptores ahuyentando a los temidos mosquitos de nuestro alrededor.
Las moléculas más usadas en los repelentes de la actualidad son la dietiltoluamida (DEET) y el ftalato de dimetilo (DMT).
Actualmente se empieza a usar y recomendar el hidroxietil isobutil piperidina carboxilato (Picaridin con nombre comercial Bayrepel), que tiene una eficacia similar al DEET.
Debes ser muy consciente que estas sustancias no son inocuas.
Recientemente se han puesto muchas objeciones al empleo al DMT, ya que el ftalato de dimetilo puede interferir en el desarrollo neurológico de los niños.
El DEET es el rey de los repelentes sintéticos, el más comercializado y conocido de todos.
La American Academy of Pediatrics (AAP) hace unas recomendaciones muy precisas del uso de la dietiltoluamida en niños y bebés:
- Recomienda, para niños mayores de 2 meses de edad, productos con DEET en concentraciones de 10% a 30%. En niños menores de 2 meses, desaconseja su uso.
- La eficacia es similar para concentraciones de 10% a 30% de DEET, pero la duración del efecto varía. El primero dura 2 h y el segundo 5 horas.
Consejos para el uso de repelentes sintéticos en niños
- Guardar el repelente fuera del alcance de los niños.
- Aplícalo en tus propias manos, no en la de los niños. Ellos tienden a llevárselas a la boca y los ojos.
- Nunca dejar que un niño se aplique el repelente a sí mismo.
- Es preferible que elijas marcas comerciales conocidas, ya que te van a aportar un mayor grado de confianza.
- Fundamental que tengan un etiquetado legible en el que se especifique las concentraciones del principio activo. Verifica no haya pasado la fecha de caducidad.
- Como norma general, se aconseja aplicar los repelentes químicos en la ropa (en la superficie externa, nunca en la interna) de los niños antes que en la piel, pues son absorbidos por la vía cutánea.
- No se debe aplicar sobre heridas abiertas y mucosas.
- Hay que lavar el repelente a los niños cuando vuelven a un espacio interior.
- Hay que lavar la ropa en la que se haya aplicado repelentes. Nunca reutilizarla sin lavar.
Remedios caseros para las picaduras: repelentes naturales
Los remedios caseros naturales de toda la vida son mucho menos efectivos que los sintéticos pero tienen la ventaja de su baja o nula toxicidad.
Limón y clavo. Introduce semillas de clavo en la pulpa de medio limón. La parte gruesa de las semillas debe quedar expuesta hacia el aire. Sitúa cada medio limón dentro de un recipiente en las habitaciones donde suelan estar los pequeños..
Hojas de eucaliptus. Cuécelas y rellena recipientes pequeños (tipo yogurt) con el líquido resultante y repártelos por las diferentes estancias y junto a las ventanas.
Lavanda. Mezcla un aceite o loción para niños con aceite de lavanda y aplícaselo a la piel del pequeño.
Citronela. El aceite de citronela es uno de los remedios naturales más usados contra los mosquitos. Su eficacia ha sido ampliamente demostrada. Se emplea en lociones, velas o ambientadores. Se desaconseja su aplicación en la piel de niños menores de 3 años, pues puede provocar casos de dermatitis. En niños de esa edad, ha de aplicarse sobre su ropa.
Albahaca y manzanilla. Puedes frotar ambos compuestos sobre la piel. Además, tomar infusión de manzanilla puede tener efectos repelentes sobre los mosquitos.
Plantas. Puedes colocar plantas en las ventanas con reconocidas cualidades repelentes de mosquitos como la albahaca, geranios, citronela (Pelargonium Citrosum)…
Aceite de almendras dulces y esencias de albahaca y geranio. Mezcla 100 ml del primero con 20 gotas de esencia de albahaca y 20 de geranio. Apto para bebés y niños.
Soluciones de dudosa eficacia
Emisores eléctricos de ondas antimosquitos. Numerosos estudios científicos niegan la utilidad de los REM (repelentes electrónicos de mosquitos). Son un timo.
La vitamina B1 disminuye la sensación de picor, pero no ha podido ser demostrada su eficacia como repelente. La picadura sigue estando ahí, pero el dolor es menor. En los niños, tan aficionados a frotarse las picaduras, no es en absoluto aconsejable.
Conclusiones
Te hemos propuesto un arsenal de medidas para mantener alejados a los mosquitos de tus pequeños.
Esperamos que el buen tiempo no se traduzca en picaduras en las suaves e inocentes pieles de tus hijos.
No te vuelvas loco, muchos remedios químicos tienen cierto grado de toxicidad, no generes un mal mayor de uno menor. Ante todo, ya sabes, sentido común y seguridad.
Disfruta del buen tiempo con niños y bebés sin mosquitos.