
16 Ene Cuidados esenciales del cordón umbilical en el recién nacido
El cordón umbilical es una estructura vital que conecta al feto con la placenta durante el embarazo. Tras el nacimiento, el cordón umbilical es cortado, pero queda un pequeño vestigio en el ombligo del bebé, conocido como el muñón umbilical. El cuidado adecuado de este muñón es crucial para evitar infecciones y asegurar una cicatrización óptima, ya esto anteriormente era una vena y dos arterias que oxigenaban y alimentaban al bebé.
El cordón umbilical generalmente se caerá entre los 5 y 15 días después del nacimiento, aunque en algunos casos puede tardar un poco más. No se debe intentar arrancarlo ni manipularlo para acelerar su caída. Permitir que se caiga de forma natural minimiza el riesgo de daño y facilita el proceso de cicatrización.
Las recomendaciones para la cura del cordón pueden variar de un ámbito hospitalario a otro, pero esencialmente la regla principal es la siguiente, mantener el área limpia y seca.
Con esta premisa evitaremos el contacto con agua excesivo. Es recomendable que el bebé no se sumerja en agua (por ejemplo, en una bañera) hasta que el cordón umbilical se haya caído. En su lugar, se pueden dar baños con agua sin sumergir el cordón o baños con paños para evitar que el muñón entre en contacto prolongado con el agua. Esto ayuda a prevenir infecciones y facilita una cicatrización más rápida.
Para evitar también la humedad es importante no cubrir el muñón con pañales. Uno de los errores comunes es cubrir el muñón umbilical con el pañal. Esto puede generar humedad y favorecer la aparición de infecciones. Lo ideal es doblar el pañal hacia abajo, asegurándose de que no toque el muñón.
Algo también que puede ser recomendable es fomentar la ventilación del área, esto facilitará su secado y cicatrización. Evitar el uso excesivo de ropa ajustada que pueda cubrir el área también ayuda a que el muñón se mantenga seco y ventilado.
Por último, como recomendación observar signos de infección, Es importante estar alerta a cualquier cambio en el aspecto del muñón umbilical. Algunos signos de infección incluyen enrojecimiento, hinchazón, secreción de pus o mal olor. Si se nota alguno de estos síntomas, es crucial contactar al pediatra para recibir el tratamiento adecuado.