
Método Kassing: ‘reaprendiendo’ a dar el biberón a los recién nacidos
19 Sep
Buscando optimizar y hacer más saludable la lactancia materna, han surgido diferentes técnicas que mejoran la transición al biberón y previenen problemas como la confusión tetina-pezón, el atragantamiento o la sobrealimentación. El método kassing para recién nacidos figura entre los más populares para los progenitores, por reproducir fielmente los ritmos de la lactancia natural y facilitar la combinación del pecho y el biberón, lo que facilita la conciliación laboral y familiar.
¿Qué es el metodo Kassing?
Este método, propuesto por la Dra. Dee Kassing, permite simular el proceso de la lactancia natural, replicando los esfuerzos del bebé al succionar del pecho materno. La postura del lactante, el empleo de tetinas fisiológicas, un timing adecuado e incluso la posición del biberón son fundamentales en esta técnica, perfecta para prevenir los cólicos del bebé.
El objetivo del método kassing para la lactancia es imitar, dentro de lo posible, las tomas del pecho materno con biberón. Está indicado para complementar la lactancia materna directa o cuando interesa mantener una alimentación mixta entre el pecho y el biberón. El exceso de alimentación, el síndrome de confusión del pezón y otras complicaciones usuales al dar el pecho pueden combatirse con ayuda del método Kassing.
Dee Kassing, especialista y defensora de la lactancia materna, desarrolló esta técnica como una forma de paliar los efectos negativos del biberón en la alimentación infantil. Dado que «los bebés pueden necesitar suplementos debido a la dificultad para amamantar», Kassing diseñó un método que «requiere que los bebés se esfuercen y utilicen su anatomía oral de forma muy similar a la lactancia materna», citando su artículo difundido en ‘Journal of Human Lactation’.
La publicación de Bottle-Feeding as a Tool to Reinforce Breastfeeding, en el que se aborda qué es y para qué sirve el método Kassing, dio a conocer una técnica pionera en muchos sentidos. El ‘trampolín’ de internet y las redes sociales hicieron el resto.
Cómo funciona el método Kassing
Para poner en práctica el método Kadding, se ha de colocar al lactante en posición vertical o lo más vertical posible. La participación activa del bebé en la alimentación es parte indispensable de esta técnica, por lo que debe estimularse el acto reflejo de succión aproximando la tetina (preferentemente fisiológica) a su nariz o boca y estableciendo un contacto físico que le informe: ¡es hora de comer!
Pero ¿cómo dar el biberon en la posición del metodo Kassing? Esta duda está muy extendida entre quienes se inician en esta práctica. Mientras se mantiene al bebé en una postura erguida, el biberón se sostendrá horizontal, para evitar que la leche fluya por efecto de la gravedad en vez de hacerlo como resultado del trabajo de succión. De ahí que el método Kassing para gases permita reducir la ingesta de aire durante la alimentación.
Respetar los ritmos de succión, deglución y respiración también es importante. De igual forma, este procedimiento aconseja pausar la lactancia cada quince o veinte succiones, con el fin de comprobar el apetito o saciedad del menor atendiendo a sus síntomas y respuestas corporales. En caso de manifestar hambre, se repetirá el proceso.
Los primeros intentos pueden ser infructuosos entre las mamás autodidactas. Seguir talleres y cursos de formación es el camino más rápido para dominar esta y otras técnicas de lactancia, y para ello, se recomienda consultar a asesoras en lactancia materna.
¿Cuáles son los beneficios del método Kassing?
Dar el biberón con el método Kassing impide que el bebé se habitúe a la succión fácil y rápida de la lactancia artificial y termine rechazando el pecho materno. Este fenómeno, conocido como síndrome de confusión tetina-pezón, supone un problema porque se abandona prematuramente las tomas del pecho.
La técnica desarrollada por Dee Kassing fomenta el desarrollo de los músculos bucales. La succión del alimento exige al lactante un esfuerzo similar al requerido al mamar del pecho de la madre, lo que afecta positivamente a su motricidad orofacial.
Otro beneficio del método Kassing es evitar la sobrealimentación, causa de regurgitaciones, vómitos y otros problemas digestivos. El bebé aprende a reconocer y gestionar su apetito, alimentándose conforme a sus ritmos naturales, sin riesgo de atragantamiento.