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¿Es normal sentir culpa como madre primeriza?

Convertirse en madre por primera vez es una de las experiencias más intensas, transformadoras y desafiantes que puede vivir una persona. Es una etapa llena de emociones: amor, miedo, alegría, cansancio… y, muchas veces, culpa. Pero ¿es normal sentir culpa como madre primeriza? La respuesta breve es: sí, es completamente normal. Y lo más importante: no estás sola.

¿De dónde viene esa culpa?

La culpa materna puede surgir de muchas fuentes, internas y externas:

  • Expectativas irreales: Muchas madres sienten que deben hacerlo todo bien desde el primer día. La presión por ser «la madre perfecta» es abrumadora y pocorealista.
  • Comparaciones: Las redes sociales, los consejos no solicitados o los relatos de otras madres pueden hacernos sentir que no estamos haciendo suficiente.
  • Decisiones difíciles: Desde la lactancia hasta la vuelta al trabajo, cada elección parece cargada de consecuencias. Y muchas veces, cualquiera que sea la decisión, la duda y la culpa aparecen.
  • Cambios en la identidad: Convertirse en madre cambia la relación con una misma, con la pareja y con el entorno. Adaptarse a ese nuevo rol no siempre es fácil ni inmediato.

¿Qué tipos de culpa son comunes?

  • “No estoy disfrutando esto como debería.”
  • “Estoy cansada y quiero estar sola, pero eso me hace sentir mala madre.”
  • “No pude o no quise amamantar.”
  • “No tengo paciencia todo el tiempo.”
  • “Tuve que volver al trabajo y siento que abandono a mi bebé.”

Estas frases son comunes y humanas. La maternidad no viene con un manual, y aprender toma tiempo. El error es parte del proceso.

Cómo manejar la culpa materna

1. Reconoce tus emociones sin juzgarte.

Sentir culpa no significa que estés fallando. Significa que te importa, que estás involucrada y comprometida.

2. Redefine lo que significa ser una «buena madre».

Ser buena madre no es hacerlo todo perfecto, sino amar, cuidar y estar presente a tu manera.

3. Evita compararte.

Cada bebé, cada madre y cada familia son diferentes. Lo que funciona para una, puede no funcionar para otra. Compararte solo alimenta la inseguridad.

4. Rodéate de apoyo real.

Habla con otras madres, con profesionales o grupos de apoyo. Compartir tu experiencia puede aliviar la carga emocional.

5. Cuida de ti misma.

El autocuidado no es egoísta. Una madre cansada, frustrada o sobrecargada no puede dar lo mejor de sí. Descansar, pedir ayuda y tener momentos para ti es una forma de cuidar también a tu hijo.

6. Acepta que el error es parte del camino.

Vas a equivocarte. Todas lo hacemos. Lo importante es aprender y avanzar. El amor se construye también en los momentos imperfectos.

Cuándo pedir ayuda profesional

Si la culpa se convierte en un sentimiento constante, paralizante o se acompaña de tristeza profunda, ansiedad o pensamientos negativos, es importante buscar ayuda. La depresión posparto o la ansiedad perinatal son condiciones reales y tratables.

Bibliografía

  1. American Psychological Association (APA). Maternal guilt and anxiety: Common emotions of new mothers. https://www.apa.org
  2. Organización Mundial de la Salud (OMS). Depresión posparto: datos y recomendaciones. Ginebra: OMS, 2022. https://www.who.int
  3. March of Dimes. Emotional Changes After Birth: Baby Blues and Postpartum Depression. https://www.marchofdimes.org
  4. Postpartum Support International (PSI). Understanding Perinatal Mental Health & Maternal Guilt. https://www.postpartum.net


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