10 Ene Guía de alimentación durante la lactancia materna
La leche materna es un superalimento para los recién nacidos y lactantes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no hay sustitutos artificiales que igualen el aporte de nutrientes, anticuerpos y proteínas digestivas de este primer alimento, indispensable para el correcto desarrollo del bebé.
La alimentación durante la lactancia materna reviste una importancia crítica. Una dieta sana y equilibrada, enriquecida con las proteínas, minerales y vitaminas adecuados, influye en la calidad de las reservas lácteas de la madre, en el incremento o caída de su producción e incluso en el sabor percibido por el bebé.
Así debe ser la alimentación durante la lactancia materna
Seguir una dieta para madres lactantes beneficia tanto al niño como a su progenitora y previene males como la ictericia, la diarrea o la malnutrición. Entre los alimentos recomendados, destacan todos aquellos que son fuente de calcio, hierro y vitamina C, presentes en cereales, verduras de hoja verde, frutas no cítricas, panes integrales y frutos secos, entre otros.
Durante los primeros seis meses de vida, el bebé recibe todas sus proteínas a través de la leche materna —principalmente caseína y proteínas del suero de leche—, que su progenitora debe compensar aumentando la presencia de soja, huevos, legumbres y carnes blancas en su régimen alimenticio.
Los productos lácteos, uno de los pilares de la nutrición durante el embarazo, continúan siendo grandes aliados. A través del queso, el yogur o la leche, la madre obtiene un aporte cuantioso de calcio y de vitamina D. No obstante, los nutricionistas especializados en maternidad advierten que la leche de vaca y sus derivados pueden inducir la alergia mediada por IgE, identificable por síntomas como la congestión nasal, el vómito o la tos.
La vitamina D desempeña un papel crítico en las dietas para la lactancia, sobre todo en municipios y provincias con una baja insolación. Como la luz solar interviene en la producción de esta vitamina, recurrir a suplementos es una opción factible para elevar su aportación al bebé a través de la leche materna.
Aunque no existen alimentos para aumentar leche materna, la investigación científica respalda el consumo de la avena, la cebada y las zanahorias, por su riqueza en betacarotenos, betaglucanos y vitaminas del grupo A. Con todo, las únicas formas de aumentar la producción de leche de forma segura son el vaciado de la mama, la estimulación del pezón o la toma de galactogogos o potenciadores de la lactancia.
La importancia de la alimentación durante la lactancia materna está fuera de duda, y eso incluye la ingesta de líquidos. Las infusiones, caldos, zumos naturales y agua mineral están indicadas para mantener una correcta hidratación durante esta etapa. En términos generales, se recomienda tomar de 2 a 3 litros diarios de líquidos para prevenir la deshidratación.
El alcohol, la cafeína y otros alimentos prohibidos durante la lactancia
Determinados ingredientes, por beneficiosos que sean en condiciones normales, deben ser excluidos de la dieta por su impacto sobre las organolépticas de la leche. Hablamos de verduras y hortalizas concretas (coliflor, espárrago, cebolla, ajo, pimiento), de cítricos (piña, limón, naranja) y de alimentos irritantes en general, que disgustan el paladar del bebé y pueden causarle molestias digestivas.
Respecto a la cafeína, la teína o la teobromina, son alimentos prohibidos en la lactancia por su efecto negativo o potencialmente peligroso para la salud infantil. Por un lado, la cerveza, el vino y otras bebidas alcohólicas son nocivo para el desarrollo de fetos y lactantes y han de eliminarse del menú hasta que el destete, a los 12 a 24 meses de edad.
Aunque permitidos, el café y sus derivados (bebidas energéticas, por ejemplo) deben ser limitados al mínimo. Su consumo se transfiere a la leche materna y está relacionado con un mayor nerviosismo, la alteración del sueño o el cólico de los lactantes. Lo mismo sucede con el té, a excepción del verde y de rooibos.
Los pescados con un alto contenido en mercurio (atún rojo, pez espada, lucio) tampoco son compatibles con la lactancia materna. La teobromina del chocolate negro, por sus efectos similares a la cafeína, se reducirán en la medida de lo posible.00