
06 Jun Consejos prácticos para equilibrar maternidad y trabajo
1. Organiza tu tiempo con intención
Planificar tu día o tu semana te ayudará a visualizar tus prioridades y reducir el estrés. Usa herramientas como calendarios, agendas digitales o apps de gestión. Incluye no solo tus tareas laborales, sino también momentos personales, descansos y tiempo con tus hijos.
Tip: Bloquea horarios específicos para tareas clave y evita el multitasking extremo, que suele generar más fatiga que resultados.
2. No te olvides de ti
El autocuidado es esencial para poder sostener ambas áreas. Dormir lo suficiente, comer bien, moverte y tener pequeños momentos para ti marcarán una gran diferencia en tu energía y estado de ánimo.
Cuidarte no es egoísmo, es una necesidad legítima.
3. Establece límites claros
Cuando estás trabajando, trabaja. Cuando estás con tu familia, desconéctate del trabajo. Aunque esto no siempre sea 100% posible, intentar separar los espacios (incluso mentalmente) mejora la calidad de ambos.
Si trabajas desde casa, designa un espacio físico exclusivo para tus tareas profesionales.
4. Pide ayuda y delega
No tienes que hacerlo todo tú sola. Comparte tareas del hogar y cuidado con tu pareja, familiares o redes de apoyo. Y en el trabajo, delega cuando sea posible. Aceptar ayuda no te hace menos capaz, sino más inteligente emocionalmente.
5. Cuida tu atención, no solo tu tiempo
A veces no se trata solo de tener tiempo con tus hijos, sino de que ese tiempo sea de calidad. Desconecta del celular, apaga el computador y enfócate en el momento presente. La presencia plena vale más que muchas horas con atención dividida.
6. Comunica tus necesidades
Habla abierta y honestamente tanto en tu entorno laboral como familiar. En el trabajo, negocia horarios, jornadas flexibles o trabajo híbrido si es posible. En casa, comparte cómo te sientes y lo que necesitas para sentirte más equilibrada.
7. Redefine el éxito
El éxito no siempre se mide por productividad. Ser una madre presente y una profesional comprometida pueden ir de la mano si ajustas tus estándares. Pregúntate:
¿Qué es verdaderamente importante para mí ahora mismo?
¿Dónde puedo aflojar sin perder lo esencial?
Lograr un equilibrio entre maternidad y trabajo es un proceso dinámico, no un destino. Habrá días más caóticos y otros más ordenados. Lo importante es avanzar con conciencia, sin exigencias imposibles, y reconociendo que tú también necesitas y mereces cuidado.
Recuerda: no se trata de ser perfecta, sino de ser real, presente y amable contigo
misma.