
Vacunas infantiles: calendario actualizado y su importancia
10 Jul
Las vacunas infantiles representan una de las herramientas más efectivas de la medicina moderna para prevenir enfermedades graves, discapacidades y muertes en la infancia. Gracias a la vacunación, enfermedades que antaño eran comunes y mortales —como el sarampión, la poliomielitis o la difteria— han sido reducidas drásticamente e incluso erradicadas en muchas regiones del mundo.
En este artículo te explicamos la importancia de las vacunas infantiles, cómo funciona el calendario de vacunación actualizado y por qué es esencial seguirlo rigurosamente.
¿Qué son las vacunas y cómo funcionan?
Las vacunas son preparados biológicos que estimulan el sistema inmunológico para que produzca defensas (anticuerpos) frente a agentes infecciosos específicos, sin causar la enfermedad. De este modo, el cuerpo aprende a reconocer y combatir al virus o bacteria en caso de una futura exposición.
Importancia de la vacunación en la infancia
Durante los primeros años de vida, el sistema inmunológico de los niños aún se encuentra en desarrollo, lo que los hace más vulnerables a infecciones. La vacunación temprana protege al niño durante esta etapa crítica y también ayuda a:
- Prevenir brotes epidémicos.
- Proteger a los no vacunados, como bebés muy pequeños o personas con enfermedades inmunosupresoras, mediante la inmunidad de grupo.
- Evitar complicaciones graves y hospitalizaciones.
- Reducir el uso de antibióticos, lo que ayuda a combatir la resistencia bacteriana.
Calendario de vacunación infantil actualizado (2025)
Cada país establece su propio calendario de vacunación, adaptado a sus necesidades epidemiológicas. A continuación, se presenta un ejemplo general basado en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y muchas autoridades sanitarias:
Edad del niño | Vacunas recomendadas |
---|---|
Nacimiento | BCG (tuberculosis), Hepatitis B (primera dosis) |
2 meses | Hexavalente (DTPa, Hib, Hep B, Polio), Neumococo, Rotavirus |
4 meses | Segunda dosis de Hexavalente, Neumococo, Rotavirus |
6 meses | Tercera dosis de Hexavalente |
12 meses | Triple vírica (sarampión, paperas, rubéola), Neumococo (refuerzo), Meningococo C |
15-18 meses | Varicela, DTPa-Hib (refuerzo), Hepatitis A |
4-6 años | DTPa, Polio (refuerzo), Triple vírica (segunda dosis), Varicela (segunda dosis) |
12 años (preadolescentes) | VPH (Virus del Papiloma Humano), Tétanos y difteria (Td) |
*Nota: Este calendario es orientativo. Se recomienda consultar el calendario oficial del país o región, ya que puede variar según la situación epidemiológica local
¿Qué sucede si se omite o retrasa una vacuna?
Omitir una vacuna puede dejar al niño expuesto a enfermedades graves. Afortunadamente, existen esquemas de recuperación que permiten continuar con el calendario aunque haya habido retrasos. No es necesario volver a empezar el esquema, pero sí es fundamental acudir al centro de salud lo antes posible para reprogramar las dosis faltantes.
Mitos comunes sobre las vacunas infantiles
En la era de la información (y la desinformación), es común encontrar mitos que ponen en duda la seguridad de las vacunas. Algunos de los más comunes incluyen
- “Las vacunas causan autismo”: Esta afirmación ha sido desmentida por múltiples estudios científicos.
- “Mi hijo no necesita vacunas si los demás están vacunados”: Esta lógica pone en riesgo la inmunidad colectiva.
- “Las vacunas contienen toxinas peligrosas”: Los componentes de las vacunas son seguros y están regulados por organismos internacionales de salud
¿Cómo funcionan las vacunas en el organismo?
Las vacunas funcionan al estimular el sistema inmunológico para que reconozca y combata agentes infecciosos (virus o bacterias) sin causar la enfermedad. Contienen una forma inactiva, atenuada o fragmentada del patógeno que no produce daño, pero sí provoca una respuesta defensiva. Esto permite que el cuerpo “aprenda” a defenderse. Cuando una persona vacunada entra en contacto con el germen real, su sistema inmunológico ya sabe cómo combatirlo de manera rápida y eficaz, previniendo la enfermedad o reduciendo su gravedad
¿Qué es la inmunidad de grupo y cómo se relaciona con las vacunas?
La inmunidad de grupo, también conocida como inmunidad colectiva, ocurre cuando un porcentaje suficientemente alto de la población está inmunizada contra una enfermedad, lo que dificulta la propagación del patógeno. Esto protege también a las personas que no pueden vacunarse (por ejemplo, bebés muy pequeños, personas con alergias a componentes de vacunas o inmunodeprimidos), ya que el virus o bacteria encuentra pocas personas susceptibles a las que infectar. Las vacunas son esenciales para lograr esta protección colectiva.
¿Qué consecuencias puede tener omitir o retrasar una vacuna en el niño?
Omitir o retrasar una vacuna puede dejar al niño vulnerable a enfermedades graves, como el sarampión, la meningitis o la tos ferina. Algunas de estas enfermedades pueden causar complicaciones severas, hospitalizaciones e incluso la muerte. Además, si muchos niños no se vacunan a tiempo, pueden resurgir brotes epidémicos de enfermedades que estaban controladas o casi erradicadas. También se pierde la protección que ofrece la inmunidad de grupo a quienes no pueden vacunarse. Por eso, es fundamental seguir el calendario de vacunación recomendado y ponerse al día lo antes posible si hay retrasos.