Desde aquí mostramos nuestro agradecimiento a todas las mamás que han confiado en Babysalus lo más preciado para ellas: sus bebés. Vuestras sonrisas y la de vuestros pequeños son el mejor acicate para continuar desarrollando nuestra actividad con todo el amor y la dedicación que os merecéis.
Muchos de nuestros conocidos nos dijeron que el primer mes, tras el nacimiento, puede ser una experiencia estresante y agotadora, especialmente siendo padres primerizos, y mi marido pensó que recibir ayuda en casa podría facilitarnos mucho las cosas…
Antes, al buscar información sobre el servicio de salus, dí con Babysalus, entonces me pareció que lo más útil de su actividad era el apoyo que te ofrecen para favorecer tu descanso por las noches, importantísimo para poder abarcar el día con energía…
Contraté a una salus para la ayuda de mi peque en horas nocturnas, porque, al no disponer de familia en Madrid por ambas partes, y siendo padres primerizos y sin experiencia en bebés, decidimos que íbamos a necesitar ayuda extra.
Recurrí a Babysalus por motivos profesionales, en agosto tuvimos que desplazarnos a España y gracias a su equipo y profesionalidad pudimos contar con una persona de total confianza, Adriana.
Ya desde el primer contacto con Ana, mi salus, recibí una gratificante sensación de paz que no me ha abandonado hasta la fecha. Me transmitió mucha ternura y sabiduría, llegamos a tener una relación estupenda. Ha sido como una hermana para mí en este periodo tan especial de mi vida…
Sentí un gran alivio cuando se presentó María la primera noche de servicio. Las cualidades que tiene una salus para ejercer esta profesión son infinitas: cariñosas, saben estar, te ayudan a entender a tu bebé, sus incomodidades, rutinas…