
11 Abr Guía profesional para comprender y abordar el rechazo al pecho
El rechazo al pecho puede ser una experiencia desconcertante y emocionalmente desafiante para muchas madres lactantes. Ya sea que ocurra de forma repentina o progresiva, suele generar sentimientos de frustración, culpa e incluso fracaso. Sin embargo, es importante saber que esta situación es más común de lo que parece y, en la mayoría de los casos, tiene solución.
¿Qué significa el rechazo al pecho?
El rechazo al pecho se refiere a cuando un bebé, que previamente se alimentaba del pecho sin dificultad, comienza a rechazarlo: llora, se arquea, gira la cabeza o simplemente se niega a mamar. Este comportamiento no necesariamente indica que el bebé ya no quiere o necesita la lactancia, sino que algo está interfiriendo en ese momento con la experiencia de amamantar.
Posibles causas del rechazo al pecho
Identificar la causa es el primer paso para encontrar una solución. Algunas razones frecuentes incluyen:
- Cambios en la rutina o ambiente (mudanzas, viajes, inicio de guardería, separación prolongada de la madre).
- Uso de biberón o chupete, que puede causar confusión en la succión.
- Baja producción de leche o un flujo demasiado rápido.
- Dolor o malestar en el bebé, como otitis, congestión nasal, aftas, reflujo o brotes dentales.
- Reacción a cambios hormonales o alimenticios en la madre (como el retorno de la menstruación o el uso de anticonceptivos hormonales).
- Reacciones emocionales: el bebé puede estar pasando por una etapa de mayor distracción o sensibilidad.
Qué puedes hacer si tu bebé rechaza el pecho
- Mantén la calma
Aunque es fácil sentirse angustiada, tu serenidad es clave. El rechazo al pecho no es un rechazo hacia ti como madre, y suele ser transitorio. - No obligues ni fuerces
Ofrecer el pecho de forma insistente o bajo presión puede aumentar la resistencia. Intenta ofrecerlo cuando el bebé esté tranquilo o medio dormido, como al despertar o durante una siesta. - Favorece el contacto piel con piel
Volver a la base del vínculo puede ayudar mucho. Practicar el contacto piel con piel, incluso fuera de las tomas, ayuda al bebé a relajarse y a reconectar con el pecho de forma instintiva. - Prueba diferentes posiciones y ambientes
Algunos bebés rechazan el pecho en lugares ruidosos o con demasiados estímulos. Buscar un ambiente tranquilo y cómodo puede facilitar la toma. También se pueden ensayar otras posiciones de amamantamiento. - Extrae leche si es necesario
Si el bebé no está mamando y se alarga la situación, es importante mantener la producción de leche mediante la extracción, ya sea manual o con sacaleches. Además, la leche extraída puede ofrecerse con métodos alternativos (vasito, cuchara, jeringa) si el bebé necesita alimentación adicional. - Evalúa posibles causas físicas
Si el rechazo persiste, consulta con un profesional de salud (pediatra, asesora de lactancia, IBCLC) para descartar causas médicas como infecciones, reflujo o alteraciones orales. - Sé paciente y constante
La mayoría de los bebés retoman el pecho si se sienten acompañados, respetados y no forzados. Cada intento cuenta, incluso si al principio parece que no hay avances.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
- El bebé no moja suficientes pañales (menos de 5-6 pañales mojados al día).
- Hay una pérdida de peso o ganancia insuficiente.
- El rechazo persiste por varios días sin mejoría.
- 11La madre experimenta dolor, congestión mamaria o signos de mastitis.